lunes, 20 de abril de 2020

Uso de Códigos QR en la Búsqueda de Empleo

Uso de Códigos QR en la Búsqueda de Empleo

Podemos insertar un código QR en cualquier comunicación que realicemos en nuestra búsqueda de empleo. En un CV, en una carta de presentación, en un mail, en un papel que ponemos en un poste de la luz ofreciéndonos…


¿Qué es un código QR?

Definición de wikipedia:

Un código QR (del inglés Quick Response Code, "código de respuesta rápida") es la evolución del código de barras. Es un módulo para almacenar información en una matriz de puntos o en un código de barras bidimensional. La matriz se lee en el dispositivo móvil por un lector específico (lector de QR) y de forma inmediata nos lleva a una aplicación en internet y puede ser un mapa de localización, un correo electrónico, una página web o un perfil en una red social.

En pocas palabras, es un “código de barras” al que se puede apuntar con un teléfono móvil para que nos lleve directamente a una dirección web o de otro tipo.




Habréis visto cientos en folletos de todo tipo de cosas. Hasta trabajastur tiene uno. Éste, que sirve para descargar la app de trabajastur:






Podemos hacer un CV breve y directo, y, en lugar de un feo enlace a un perfil de linkedin (1) o página web personal para ampliar la información, poner un QR que lleve a dicha dirección.

1) En el caso de tener linkedin o similares, es muy importante que en la descripción del puesto, experiencia, formación, no seamos “fríos” (funciones, etc.) sino cálidos (qué supuso esa experiencia para nosotros, qué conseguimos, qué consiguió la empresa, etc.). No “repetir el CV” sin más. Lo mismo para un perfil público de infojobs, xing, etc. etc.


¿Tenemos una afición en la que consideramos que obtenemos resultados profesionales? (típico ejemplo, un diseñador gráfico con pasión por la fotografía) Pues metemos un QR que lleve a la web donde subamos los resultados de esa afición.

¿Trabajamos en negro en un oficio que se nos da bien y queremos ver si salimos como autónomo por ahí, y cómo enseñar fotos de nuestro trabajo, porque esas cosas entran por el ojo además de por el boca a boca? (típico ejemplo, un mampostero) Pues creamos un perfil en dropbox (presente en prácticamente todos los móviles android) o en flickr. Ambos son gratuitos. Subimos las fotos de nuestros trabajos al perfil, que dejamos abierto para que las pueda ver cualquiera. Y creamos un QR con la dirección del perfil.

Las situaciones son múltiples. Pon la tuya aquí y piensa cómo podrías poner online tu información:
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En cualquiera de los casos, cogeremos esa dirección web y crearemos un Código QR con ella.

Para crear el QR, nos sirve cualquier web que salga en google como resultado de buscar algo así como “generador códigos QR”. Difícil, eh?

Seguimos los pasos, poniendo en la dirección web la de nuestro linkedin, dropbox, flickr, web personal, etc., y nos bajamos el QR al ordenador (irá en formato .png).

Esa imagen .png la copiamos y pegamos en nuestro anuncio, CV, mail, lo que sea que vayamos a usar. Para poner el QR donde queramos en un documento, botón secundario – formato de imagen – diseño – lo dejamos “delante del texto”.

Así podemos colocarlo en cualquier sitio. Ejemplo:





Es decir, el encabezamiento del CV sería una tarjeta de presentación sin más como en el ejemplo, y a partir de ahí, haríamos un CV muy muy resumido y enfocado en nuestros logros y en lo que aportamos a esa empresa concreta. El QR nos serviría para incluir en el mínimo espacio y de la forma más atrayente posible (2) la información relevante que justifica y amplía esa descripción somera del CV.

2) Casi nadie puede resistirse a pasarle el lector a un QR que aparece en un documento. Con lo que obtenemos, uno, que nos lo lean (el paso más difícil en búsqueda de empleo hoy en día, que el otro se lea eso que enviamos: salir de ese saco de fabas que es el montón de CV’s); dos, que no lean el de otros porque ese tiempo y esfuerzo que invierten en el nuestro se detrae de leer otros; tres, que miren mejor nuestro CV debido a ese tiempo y esfuerzo invertidos en ver lo que hemos enlazado con el QR (es un sesgo actitudinal que tenemos casi todos: valorar más aquello que nos lleva más tiempo y esfuerzo).


En webs como qrhacker.com podemos personalizarlo de todas las maneras imaginables (3). No obstante, pese a que no soy partidario de la estandarización en la elaboración de CV’s, etc., en este caso sí recomendaría mantener cierta estandarización para que el destinatario sepa claramente qué es eso que le envías dentro del CV, mail, etc., y dar además una sensación de seriedad y sobriedad. Aunque esto es una regla general. Si pretendemos trabajar con niños, discapacitados, en atención al público en empresas orientadas a niños y jóvenes o con una imagen moderna, o en diseño gráfico, por decir tres situaciones, nos beneficiará un QR más colorido, o “elaborado” si se quiere. Al final, lo que importa es que nuestro CV tenga rapport (4) con la empresa a la que lo enviamos.

3) Para los más audaces: se puede hasta poner que salga nuestro teléfono directamente en el teléfono de quien escanea nuestro QR, en plan “llámame y te cuento”.

4) El rapport es en pocas palabras la capacidad para relacionarse de forma armoniosa y simpatética con otra persona (simpatética, sí, no es una errata). Esto fortalece el vínculo entre ambos sujetos. Ejemplos típicos son usar las mismas palabras y expresiones que el otro, formas similares de frasear, los chistes privados, gestos que replican de algún modo los del otro, etc. Siempre sin exagerar o actuar, ya que esto haría parecer falsos a esos comportamientos. El rapport ha de ser y sobre todo percibirse como espontáneo, “natural”, para que funcione. Tan natural que ni se percibe de forma explícita. Por otro lado, el rapport no se debe confundir con el estar de acuerdo explícitamente con otra persona, ni tampoco es la mera imitación, ni la identificación. Existen muchas técnicas de rapport que se pueden aprender sin que parezcan “actuadas”, sino espontáneas. En búsqueda de empleo, el uso más claro de estas técnicas que viene a la cabeza está en la entrevista de trabajo. Pero también se puede usar perfectamente técnicas de rapport en un CV, y no sólo de tipo verbal.

Volviendo al QR, es muy práctico. Para aquellos profesionales en los que un CV muy explícito haría a éste muy largo, y por tanto, muy poco atractivo para su lectura a primera vista (ya que no se lee de un vistazo y esto es algo fundamental para que el 100% de quienes vayan a leer nuestro CV en las empresas donde los enviamos quieran leer el nuestro), ayuda a condensarlo enormemente. Para aquellas profesiones donde los productos y resultados hay que verlos (todo tipo de oficios manuales, diseño de lo que sea), habilita precisamente que sean vistos. También da un toque visual al CV que lo hace más atrayente.

Pero hay que hacerlo bien, sobre todo no repitiendo simplemente información (lo cual es frustrante: “¿para esto abro yo el QR???”, y “baña” negativamente nuestra candidatura). Osea, que no me hagáis eso de repetir información. Si se pone un QR en algún sitio, que lo que salga de enchufarle el móvil sea distinto y aporte (mucha) información relevante y con sustancia. Si no es así, mejor no pongáis nada sólo por ir de modernos o porque lo diga una guía de búsqueda de empleo.

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