lunes, 18 de mayo de 2020

La digitalización de los procesos de selección, ¿cómo afecta a la búsqueda de empleo?

AUTORA: CARMEN MANZANAL / TÉCNICA DE EMPLEO DE OVIEDO

Vivimos tiempos de incertidumbre en todos los ámbitos de la vida, y en estos momentos con mucho más motivo. Como decía el sociólogo Zygmunt Bauman, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010, vivimos tiempos líquidos. La búsqueda de empleo no es ajena, y ello supone que los métodos tradicionales muchas veces ya no son tan efectivos, y tenemos que adaptarnos a nuevas formas de hacer. En este tiempo de confinamiento por la alerta sanitaria, si tenemos posibilidad de contar con un ordenador y una conexión a internet, tenemos una buena oportunidad para aprovechar nuestro tiempo y enfocar nuestra energía en cosas que sí podemos hacer, y una de ellas es profundizar en la búsqueda de empleo en internet. Pero antes, conviene saber una serie de cosas.

En el proceso de búsqueda de empleo, cuando ya tenemos nuestro curriculum, los siguientes pasos que demos serán para entrar de lleno en el circuito de selección. El objetivo es que nuestro CV llegue a las empresas, y que sea seleccionado para la fase de entrevista. Uno de los métodos tradicionales consiste en llevarlo “en mano” a empresas que nos interesan, algo que mucha gente pone en práctica. Para ello, habremos seleccionado un conjunto de empresas y/o entidades a las que dirigirnos, en base a que contratan perfiles que se ajustan a nosotros, o porque están en expansión, o simplemente porque hemos oído que andan buscando gente. Preparamos unos cuantos CV impresos, y nos ponemos a recorrer polígonos industriales, tiramos de callejero, etc. Es una estrategia que nos sirve para que nos conozcan personalmente, para que nos vean la cara. A la vez estamos trasmitiendo proactividad e interés. En algunos sectores sigue siendo válido y dando resultados, como es el caso de pequeñas empresas, o de tipo familiar con pocos empleados. Sin embargo, cada vez con más frecuencia nos encontramos con que no nos cogen el curriculum en papel. Nos dicen que lo enviemos por correo electrónico, o a través de la web corporativa. Pero si ya estoy aquí, decimos. ¿Qué está pasando?
Bueno, pues fundamentalmente dos cosas: 

Por un lado, la ley de protección de datos (LOPD). Los datos de carácter personal deben tener un tratamiento muy estricto, y su incumplimiento acarrea multas elevadas. Sí, parece un poco absurdo en este mundo nuestro en el que publicamos nuestra vida en redes sociales (RRSS), y ojo con esto, ¡como ya veremos más adelante!. Lo cierto es que no solemos leer la interminable letra pequeña antes de dar al botón de aceptar cuando nos creamos un perfil en una red social, pero estamos dando nuestro consentimiento conforme a la LOPD. En el caso del CV, las empresas o los intermediarios (agencias de colocación, ETTs, consultoras de selección, etc) están sometidas a la misma normativa, y hacer el proceso por internet es mucho más ágil para ellas y les permite cumplir con la normativa. Con sólo marcar una casilla damos nuestro consentimiento, mientras que en persona llevaría todo un procedimiento de cumplimentación, registro y archivo, mucho más laborioso.
Por otro lado, en los últimos años ha irrumpido en la selección de personal la digitalización. Y esto, ¿Qué es?  Conocemos hace tiempo los portales de empleo, es decir, entidades públicas o privadas que utilizan internet para poner en relación la demanda de empleo con la oferta de puestos. Es el caso del portal Trabajastur, del Servicio Público de Empleo del Principado de Asturias. Como exponente del ámbito privado, algunos existen desde casi el principio, como Infojobs. Otros han desaparecido. Y han aparecido modelos nuevos, basados en las RRSS como Linkedin, o páginas de Facebook que publican ofertas de empleo. Son herramientas con las que estamos más o menos familiarizados, porque el avance digital es imparable, y además lo tenemos al alcance de la mano en un click, en nuestro móvil. No queda otra, tenemos que subirnos a este carro si queremos tener más posibilidades de encontrar un empleo.




Pero la digitalización ha llegado también a las empresas, primero en sus procesos de gestión,  de marketing y comercialización y, sumándose a ello, los procesos de recruiting o selección. Supone una gran ventaja ya que les permite actuar en tiempo real y ahorrar tiempo. ¿Como afecta esto a la búsqueda de empleo? Pues sobre todo a la primera fase en el reclutamiento de personal, cuando tiene lugar la criba inicial de currículums.  Las empresas utilizan herramientas digitales basadas en inteligencia artificial para identificar el talento. Recurren a algoritmos matemáticos o buscan a través de palabras clave (keywords) para descartar en un primer momento las candidaturas que no se ajustan al perfil. Debemos tener esto en cuenta cuando redactamos el CV o rellenamos el formulario de candidatura. Además, como hemos comentado más arriba, en el proceso de reclutamiento se utiliza cada vez más la información pública en redes sociales. 


Todo esto afecta también a cómo hacemos llegar nuestra candidatura a la empresa. Nos vamos a encontrar con que, si queremos hacer llegar, nuestro CV tenemos que enviarlo, al menos, por correo electrónico. En caso de ser una mediana o gran empresa, vamos a tener otro hándicap, deberemos acceder a su página web, entrar en el apartado de “empleo” o “trabaja con nosotros” y registrarnos, creando un usuario y una clave de acceso. Todo este proceso es gratuito. Esto es importante tenerlo en cuenta, y desconfiar de portales o páginas web en las que nos soliciten pago por el servicio básico, lo más probable es que sea una actividad fraudulenta. 
Registrar nuestro CV en la web de una empresa por lo general consiste en rellenar un formulario más o menos extenso. Esto lleva su tiempo, igual que ir puerta a puerta repartiendo CV, pero con la comodidad de hacerlo desde una silla y frente a un ordenador, ¡así que fuera la pereza! 
Al igual que cuando lo llevamos en mano, no nos lanzamos sin más a la calle a repartir CV; lo primero será estudiar las opciones y decidir en qué páginas nos interesa más registrarnos. Dependerá de nuestro perfil y del sector en el que nos movemos. Podemos centrarnos en algunas EETs, agencias de colocación, empresas de selección, y directamente empresas finales. Todo ello es importante hacerlo de manera organizada, y llevar en nuestra agenda un registro de ellas, así como (y esto también es importante) de las claves de acceso que vayamos creando, porque será muy difícil saberlas de memoria.

Una vez que hemos decidido cuáles nos interesan, nos ponemos con el formulario. Nos va a pedir datos personales y profesionales, y deberemos fijarnos en cuáles son de cumplimentación obligatoria (suelen estar marcados con un asterisco). También nos pueden pedir información más de tipo cualitativo, referida a nuestras competencias o aptitudes, o nos harán un breve cuestionario, como una pre-entrevista, con el fin de averiguar nuestras actitudes hacia el trabajo o variables del comportamiento grupal. Si hemos trabajado bien el autoconocimiento y la reflexión sobre nuestras competencias, aptitudes y habilidades antes de hacer el CV, este paso será fácil, porque conoceremos bien nuestra “marca personal”. En caso contrario, como en el juego de la oca, deberemos retroceder a la casilla anterior, la del curriculum, y hacer esa reflexión para poder continuar. Esta parte del formulario a veces no es obligatoria, pero hay que tener en cuenta que dejarla en blanco es una forma de autodescartarse, ya que las candidaturas que no cumplimenten esos apartados casi con seguridad no serán tenidas en cuenta.

Ya nos hemos registrado, y ahora ¿Qué pasa? Nuestros datos pasan a la base de datos de la empresa. Se estudiará nuestro perfil para valorar si encaja en los puestos que tiene. También podremos acceder a las vacantes existentes, y solicitar en la propia página aquellas que nos interesen. Esto conviene hacerlo periódicamente, y no pensar que con la primera vez que entramos ya estamos ahí.
Así que, respondiendo a la pregunta inicial, la digitalización nos afecta en nuestra búsqueda de empleo, y deberemos tener en cuenta que:  
- A la hora de redactar el CV, es necesario reflexionar sobre nuestras competencias y estudiar bien los requisitos de los puestos a los que optamos, de manera que incluya términos profesionales y palabras clave. (en anteriores post hemos hablado del CV)
- Reservar un tiempo en la planificación de búsqueda de empleo para activar estos canales, registrarte en los apartados de empleo de las empresas, de ETTS, etc. Lleva un registro de tus claves de acceso.
- Cuidar la imagen en redes sociales. Se está dejando un rastro digital cada vez que uno entra en el mundo virtual. De ahí que haya que tomarse muy serio todo lo que se deja registrado. Es lo que se conoce como “huella digital”.  Un candidato puede ser descartado por la imagen que proyecte en sus RRSS.
- Todas las personas participantes en RRSS se convierten en potenciales candidatos a cambiar de empleo o a acceder al primero. El perfil de la persona tiene que generar claridad al buscador de talento. Necesita dar a conocer cuáles son sus fortalezas, características e intereses, desde la honestidad y precisión en los datos grabados. Y la información allí depositada se puede realimentar constantemente, tanto por parte de uno mismo como por parte de terceros, que son la red de contactos.

martes, 12 de mayo de 2020

Contrato en Practicas vs Contrato para la formación

AUTORA: MARIA JOSE QUINTANA / TÉCNICA DE EMPLEO DE LUGONES

En muchas ocasiones, a la hora de responder a una oferta de empleo, nos encontramos con que no somos seleccionados porqué no cumplimos los requisitos para la formalización del contrato.
Esto suele suceder muy a menudo con el contrato en prácticas y el contrato para la formación, que suelen confundirse y por esta razón, muchas veces respondemos a ofertas en las que no encajamos, y no lo hacemos a aquellas que serían las más indicadas para nuestro perfil profesional.

Vamos a ver las principales diferencias entre estos 2 tipos de contratos, lo que nos dejará muy claro a cuál de ellos podríamos acceder:


1. REQUISITOS DEL TRABAJADOR:

- CONTRATO EN PRÁCTICAS:
Está destinado a Titulados Universitarios, Técnico Medios o Superiores de Formación Profesional o a quienes hayan obtenido un Certificado de Profesionalidad.
La ocupación objeto de contratación tiene que estar directamente relacionada con la titulación.
Salvo para menores de 30 años, no pueden haber transcurrido más de 5 años desde que se obtuvo la titulación (7 años en caso de personas con discapacidad).

- CONTRATO DE FORMACIÓN:
Está destinado a trabajadores que no tengan formación oficial relacionada con la ocupación objeto de contratación, ya que el fin de este contrato es proporcionársela.
Pueden tener formación en otra ocupación, pero no en la que se va a realizar el contrato.
La edad de los trabajadores tiene que estar entre 16 y 29 años (mientras la tasa de desempleo sea mayor del 15%, cuando baje de ese porcentaje será de 16 a 25 años, tal y como dice el Estatuto de los Trabajadores).

2. DURANCIÓN DEL CONTRATO:

- CONTRATO EN PRÁCTICAS:
La duración no puede ser inferior a 6 meses ni superior a 2 años.
El convenio colectivo puede determinar otra duración, pero nunca superando estos límites.

- CONTRATO DE FORMACIÓN:
Tiene una duración mínima de 1 año y máxima de 3 años, si bien por convenio colectivo puede fijarse otra duración, pero nunca será inferior de 6 meses y mayor de 3 años.


3. SALARIO DEL CONTRATO:

- CONTRATO EN PRÁCTICAS:
El salario del contrato en prácticas no podrá ser inferior al 60% y 75%, durante el primer y segundo año respectivamente, respecto del salario fijado por convenio para ese mismo puesto de trabajo en un contrato convencional. El sueldo nunca podrá estar por debajo del Salario Mínimo Interprofesional.

- CONTRATO DE FORMACIÓN:
El salario será establecido por convenio y nunca podrá ser inferior al 75% del Salario Mínimo Interprofesional durante el primer año de contrato, ni inferior al 85% del Salario Mínimo Interprofesional durante el segundo y tercer año.



4. JORNADA DE TRABAJO:

- CONTRATO EN PRÁCTICAS:
La jornada podrá ser a tiempo parcial o a tiempo completo.

- CONTRATO DE FORMACIÓN:
La jornada será siempre a tiempo completo. Durante el primer año, el trabajador desempeñará el 75% de la jornada de trabajo efectivo, y el 25% de la jornada será destinado a la formación. Durante el segundo y tercer años, el 85% de la jornada será de trabajo efectivo y el 15% de formación.
La formación que recibe el trabajador es una formación oficial de Certificado de Profesionalidad, que podrá realizarse on line por un centro acreditado por el Servicio Público de Empleo Estatal.